01/04/2014
La reforma electrica planteada por el Gobierno ha llevado a las 29 plantas de purines españolas, cuatro de ellas en Aragón, a cesar su actividad por falta de viabilidad. Dicha reforma lleva aparejada una reducción del 40% de las primas por generación de electricidad, lo que supone un torpedo en la línea de flotación de dichas plantas.Los efectos colaterales son muy claros: perdida de 2.400 empleos en toda España y el problema del destino a a dar a los purines en los lugares faltos de tierras para absober estos residuos.
En Huesca existen cuatro plantas operativas dos en Monzón, Fonz y Altorricón. Además la iniciativa pública a través del Instituo Aragonés del Agua (IAA) tiene pendiente de arrancar otras cuatro plantas en construcción en zonas de alta densidad porcina dos en Huesca: Zaidin y Capella y dos en Teruel, Tastavins y Valderrobles. Con inversiones millonarias son proyecto que pueden nacer muertos.
Sin duda esto es un importante lastre al pujante sector porcino aragones.
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